César Porras

Un poema para el señor Testé

 

«Todo conquistador sabe que la acción es inútil…»
A. CAMUS

Sé bien Testé, que está ahí,
con los lentes oscuros y el sweter gris de lana.
Se han publicado sus poemas
y seguramente oirá ese rumor conocido
que viene después:
«develar su poesía», «contextuar su obra»,
como si alguna vez las palabras se hubieran estado quietas,
/disponibles…
como si el fulgor de las revelaciones no fuera fatalmente íntimo,
instante que se traduce y se traiciona después en la escritura,
mundo que se sigue mostrando a quien lo mira,
y su mismo extrañamiento inicial,
usted ha pensado en eso, Testé,
impulso continuo, fuego insaciado, tan terco como siempre…

Cita a Pound, a Móntale,
al tiempo que madura eternas sobremesas,
sombras en el azúcar
de la página en blanco:
un vacío una palabra un vacío,
plenitud y náusea con las que revela
la caja de Pandora

Yo digo, con Testé,
que no hay mundo que no quepa en un párrafo,
elasticidad y síntesis con que el artista construye el simulacro:
iconos vivos de lo que no está,
los tranvías y los libros que vio junto a su padre,
el sinarquismo y Santos,
y en catedral
el femenino lujo en Montes de Oca,
del que queda un resabio latino hecho jirones
y antes fue, será, la síntesis perpetua,
tiempo que está pasando y que no acaba,
resorte interminable que surge al destapar la caja
todavía ahora, esa extrañeza
que nos salta a la cara…

Debo decirle, Testé, que en su poesía queda claro
que somos apenas un asombro,
que existe únicamente
lo que hagan las palabras:
escribir sobre el tiempo,
perderse en uno mismo,
para que cese el vértigo,
y se detenga la angustia…

Usted ha dicho, Testé, que no hay sino burocracias
y una prensa famélica,
ese ronchar infame
de prójimos voraces,
y un roer insaciable
debajo de letreros pertinentes:
Alma Mater
Clase Política
Quehacer Republicano
Magos Eternos del Listón Inaugural y los Aplausos

El status que es, una puta maltrecha aunque deseable
y yo lo veo a usted burlándose un poco
para alejar el discurso vacío de la academia,
con ese humor mayéutico:
leer para gozar, escribir develando

Debo decirle, en fin, que sus amigos estamos orgullosos
de su fobia por las candilejas,
de su justa aversión por los predicadores,
padrotes del poder
que en este sitio dictan las morales:
prestidigitadores del circo cotidiano

Qué bueno que se haya dedicado a hacer poesía
y a leerla, Testé,
agradecida y desinteresadamente.
Ya se ve que esa rara cordura le mantiene
con salud envidiable,
cerca de lo que mundo y accidente
revelan, ocultan, al ojo del que aguarda…

César Porras

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